lunes, 1 de septiembre de 2008

Recuerdos de oficina

En estos momentos me encuentro en estado ardiente.

No me soporto.

Sentada detrás de mi escritorio tengo todo bajo control menos estas ganas insaciables.

Mi pantalón ajustado es el culpable. Creo que oprime mi clítoris, pero no, a lo mejor es mi mano desenfrenada que acabo de volverla al teclado.

A lo mejor serán mis pezones, duros por el frío del aire acondicionado.
O puede ser el roce del sostén que los provoca. Me estan matando..
¿Como puedo ser tan perceptible?

A lo lejos la voz de mi jefe en una reunión, el teléfono casi no suena.. una ventana parpadea mamey y yo recostada en el sillón con piernas abiertas.

Que maldición esta de tener en mi mente la imagen fija de tu pene: provocandome, saliendo de mi, rozandome por dentro, lastimandome, produciendome orgasmos.

Lo siento! No puedo seguir escribiendo.

Tendré que usar el baño.

5 comentarios:

Jeffrey dijo...

me encanta la poesia muy creativo lol pero me puedes agregar vivo en santo domingo altos de las praderas trunks20022@hotmail.com me gustaria conocerte mejor por el chat te parece bien me escribes please

Jeffrey dijo...

tengo poesias tambien pero no tan jevi como asi sensual

Jeffrey dijo...

tengo poesias tambien pero no tan jevi como asi sensual

MANDALAS POEMAS dijo...

Que buen escrito. Muy sensual. Da gusto leerte.

Un abrazo,


Víctor

Peniel Ramirez dijo...

Hablando de vinos

Tengo un deseo orgánico
añejado
con ternuras de ciruela y miel.

Para el decante,
el escenario,
quiero que sea:

tu piel.